
Así como el Camaleón se adapta y transforma, como estrategia para sobrevivir y permanecer, ¡Las organizaciones deberán hacer lo mismo! No es sencillo, pues implica aprender, desaprender y estar en constante evolución para mantenerse vigentes y alcanzar valor sostenible en el tiempo.
Un camino ya demostrado para mantener la vigencia corporativa es la implementación de un marco de trabajo Agil. ¿Qué beneficios trae el hacerlo?
Implementar y manejar las metodologías ágiles permite a las organizaciones adaptar la forma de trabajo a las condiciones de los proyectos, consiguiendo flexibilidad y velocidad, variables muy valoradas hoy en día y que representan menores perdidas y, por ende, mayor rentabilidad. Además, estas herramientas facilitan y exigen amoldar los proyectos de manera eficiente a las circunstancias específicas del entorno y del cliente. Es por esto que, las empresas que apuestan por este modelo de trabajo, consiguen gestionar sus proyectos en forma más autónoma, eficaz y flexible, reduciendo además los costos e incrementando la productividad al máximo.
Además del incremento de las ganancias y beneficios ligados a la aplicación de las metodologías ágiles en las organizaciones, es imprescindible mencionar el impacto positivo que tiene en la forma de trabajar de los equipos en los proyectos:
Entregas Parciales . Las entregas de avances en bloques reducidos permiten aprovechar mejor cada recurso y optimizar así las tareas de seguimiento. La entrega final es el resultado de sumar varios entregables parciales, que ya han sido previamente aprobadas en el proyecto.
Gestión Rápida del Cambio : Al tratarse de procesos evolutivos, los miembros de los equipos pueden realizar cambios al momento, por lo que ya no es necesario esperar que finalice la tarea para proceder a la modificación.
Priorización de Tareas . Al jerarquizar el trabajo de un proceso, el director del proyecto sabe qué tareas tienen mayor importancia y cuáles de ellas no son prioritarias, secundarias o incluso, cuáles son prescindibles. Esta discriminación de tareas permite centrar los esfuerzos en función de las necesidades.
Participación del Cliente . El cliente puede participar directamente en las fases del proceso, proponiendo ideas, retroalimentando al equipo con opiniones sobre los resultados que se le van entregando progresivamente.
Mejoras Continuas del Producto . Derivadas de la aplicación de las metodologías ágiles, facilitan la mejora continua, impactando positivamente los costos, servicios y tiempos de entrega.
Agilidad y Liderazgo
- No es ser rápido es poner foco y priorizar, prima el beneficio colectivo.
- Es aprovechar al máximo el conocimiento existente y potencializar las capacidades de la organización, de todas las personas, sin distinción de jerarquías.
- Exige ganas, disciplina y tener hambre de aprender, desaprender y evolucionar.
- Implica una transformación profunda, que se vive paso a paso, para resignificar los modelos de liderazgo y, por ende, transformar la cultura organizacional. Sobre este punto, queremos hacer el énfasis….
El poder resulta tan difícil de compartir que conocemos pocos casos de liderazgo colegiado y, cuando los encontramos, reconocemos lo valioso que es y los resultados que logra; la invitación es pasar de competir para ganar a competir para mejorar, para lograr en conjunto y, sobre todo, en beneficio del colectivo. Se trata de poner freno al egoísmo y tener un propósito superior compartido que moviliza la “energía” del equipo y potencia las capacidades.
El marco de trabajo AGILE exige sustituir el liderazgo por la colaboración consciente, esta colaboración se sostiene sobre el respeto y la convicción de que, siendo iguales, tenemos distintas responsabilidades; es decir, cada uno lidera su propio trabajo, se compromete y asume las responsabilidades, empoderándose para gestionar y extendiendo los brazos para ayudar. Al apostar por empresas más ágiles y planas, donde entregamos autonomía a equipos descentralizados ¿Cómo no vamos a considerar un liderazgo distribuido y rotativo?. De la misma manera, todos en la organización tienen la responsabilidad de liderar. Si de verdad nos consideramos miembros de una comunidad, entonces somos tan fuertes como el más débil de los eslabones. Recordemos, la velocidad del equipo es la velocidad del más lento. En lugar de reforzar a los líderes, reforcemos el liderazgo de cada colaborador. Si el liderazgo consiste en ayudar a otros a que crean en sí mismos y que crezcan, entonces todos podemos ejercer liderazgo sin necesidad de ser líderes. En este proceso de transformación cultural las conversaciones se centran en responsabilidad, compromiso, confianza, honestidad, empatía o transparencia, todos ellos componentes esenciales de la colaboración intencionada. Pilar esencial del AGILE.

El océano Austral es muy particular e importante, en él confluyen frías masas de agua del extremo sur del Pacífico, Atlántico e Índico, por lo que se considera como el centro y uno de los motores de circulación oceánica global. Además de su importancia oceanográfica, el océano Austral alberga una biodiversidad marina única en el mundo. Si pudiéramos hablar del océano austral como una empresa, tendríamos la vigencia corporativa y el valor sostenible asegurado en el largo plazo, dado que contaría con todo a su alrededor para funcionar; sin embargo, nos perderíamos de poner en un papel protagónico un factor clave en el desarrollo organizacional, LA ACTITUD. La elegí porque considero y he visto, a lo largo de muchos años, que es clave para lograr el éxito, de hecho, hay historias donde se puede ver que “los esforzados y voluntariosos, tienen incorporadas mentes brillantes para lograr un equipo completo y lograr resultados”. En general, todo el mundo está de acuerdo en que es el aspecto que hace la diferencia (más incluso que la inteligencia). Es muy difícil competir con una persona que pone toda su actitud en lo que hace, “gasolina” que le inyecta energía, persistencia, motivación y una mirada logradora; ósea, permite expandir nuestros límites, desarrollar nuevas capacidades y sorprendernos al descubrir que se puede llegar. La actitud es la energía que despliegas para alcanzar algo que te interesa. A veces es voluntaria y te gusta (impulsada por la motivación) y otras es obligada y te disgusta (impulsada por la fuerza de voluntad). Por eso, más que un momento puntual, la actitud es un flujo permanente, que aumenta ante lo que nos estimula y baja ante lo que no nos atrae. Por eso, la actitud es una decisión. Quien no crea que la actitud se elige le recomiendo leer “El hombre en busca de sentido” de Victor Frankl. “Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas – la actitud personal que debe adoptar frente al destino para decidir su propio camino”.
En este orden de ideas y alrededor de este concepto (actitud), nos planteamos como el marco de trabajo SCRUM se convierte en un detonante para aumentar el ritmo de ejecución de las empresas, alcanzar metas excepcionales, llegar más rápido y con calidad y, generar para las personas entornos retadores, exigentes y desafiantes. Este marco de trabajo exige a las empresas que:
- entregue oportunidades, nos desafíe (autonomía y responsabilidad)
- exija resultados construidos en conjunto y con un propósito superior claro
- desarrolle y permita aplicar el conocimiento en diferentes escenarios
- reconozca los méritos (y nos retroalimente)
- enseñe, provea conocimiento y herramientas
- entregue información transparente y abierta
- demuestre confianza
Si todos tenemos actitud, entonces el secreto consiste en aprender a dirigirla y gestionarla, ser capaces de expresarla a nuestra voluntad. Aquí la curiosidad juega un papel fundamental. Todos sentimos curiosidad por algo y necesitamos descubrirlo en lugar de reprimirlo. “Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo a que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama sino en sus propias alas”. El conocimiento te da confianza porque, como se suele decir ;la ambición sin conocimiento es como un barco en tierra firme”.